- De 2007 a 2011 el presupuesto para el INDRE se incrementó cinco veces y aumentó de seis a 31 el número de laboratorios estatales de salud pública.
- Se equipó el laboratorio de muy alta seguridad BSL3, que es parte de la red internacional de unidades de respuesta.
La inversión monetaria en los últimos cinco años en infraestructura y equipamiento epidemiológico ha permitido contar con una red de laboratorios de salud pública con capacidad de respuesta para enfrentar cualquier amenaza sanitaria, aseguró la directora general del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE), Celia Alpuche Aranda.
Indicó que se elevó el nivel de un laboratorio para convertirlo en BSL3 de muy alta seguridad, equipó a 31 unidades estatales de salud pública e inició la construcción del nuevo Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE).
De 2007 a 2011 el presupuesto para el INDRE se incrementó cinco veces, y entre 2009 y 2011 se destinaron 423 millones de pesos a los laboratorios estatales de Salud Pública, que se tradujo en equipamiento nuevo, sistemas de mantenimiento y calidad, con su consecuente incremento en la capacidad técnica.
Detalló que durante la epidemia de influenza A H1N1 se obtuvieron 350 millones de pesos que se capitalizaron en la adquisición de tecnología, con la cual se incrementó de seis a 31 el número de unidades estatales que pueden realizar estudios con tecnología de vanguardia.
En tanto que el laboratorio de muy alta seguridad BSL3 tiene la certificación del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, por lo que es parte de la red internacional de laboratorios de respuesta.
Al presentar el proyecto de la Red Nacional de Laboratorios Estatales de Salud Pública, dijo que además se elaboraron planes de gestión de calidad y se dio entrenamiento de más de tres años en bioseguridad y biocustodia al personal.
Se creó la Dirección General de Epidemiología que integra a los laboratorios de salud pública, se actualizó la NOM 017, se elaboraron documentos técnicos normativos y se consolidó el sistema integral informático de laboratorios.
Comentó que la OMS tiene un programa de reforzamiento de laboratorios de salud pública para el control de las enfermedades, ya que estos centros son productores de información epidemiológica y parte de las políticas institucionales internacionales para el blindaje sanitario.
Explicó que en los últimos años el mundo ha enfrentado tres amenazas críticas a la salud pública, como son las epidemias de SARS, pandemia de influenza y la reciente de diarrea y de síndrome endémico hemolítico por E. coli 104 H4.
Estos padecimientos emergentes se diseminan muy rápido por el mundo, causando impacto no sólo en la salud sino social, político y económico, por lo que el reporte temprano y transparente es una demanda internacional para la mitigación y control.
En esa tarea es relevante que los laboratorios estén preparados para el diagnóstico confirmatorio, caracterización específica de microorganismos, adecuado análisis de riesgo, origen, diseminación y medidas de control, para saber si se requiere cuarentena y comunicación hacia la población.
La demanda internacional de información requiere trabajar con altos estándares internacionales de calidad y lineamientos de bioseguridad y biocustodia, lo cual hace que los laboratorios sean complejos y cuenten con personal altamente especializado.
Al hablar de los retos en la materia para nuestro país, dijo que uno de ellos es la conclusión de la construcción, inmobiliario y equipamiento del nuevo INDRE que lleva 60% de avance, mantener los presupuestos irreductibles de este centro y hacia los estados y conservar el alto perfil del personal.
Una vez que se termine el nuevo INDRE, México podrá contar con una agencia nacional de inteligencia epidemiológica y sanitaria, que será referente nacional e internacional, en la que participarán los 31 laboratorios estatales de Salud Pública y los otros centros similares del IMSS, ISSSTE y del Distrito Federal, con la rectoría del INDRE, comentó.
Comentarios Cerrados