Con motivo de la boda real del príncipe William con Kate Middleton, me viene a la memoria los grandes banquetes de las cortes, el glamour, la pompa y joyas de la corona; pero sobre todas esas joyas que pueden ser admiradas pero no fotografiadas en la torre de Londres. Actualmente la torre de Londres es todo un digno museo que refleja el pasado de la monarquía británica en todo su esplendor , y es curiosamente una de esas joyas que viene a ser el tema central de esta nota, no es la corona real con sus interminables diamantes, zafiros o rubíes, sino un salero sui géneris, una gran maqueta , una especie de monumento- templo que asemeja una especie de monumento- templo, todo hecho en oro macizo e incrustaciones de piedras preciosas y en cada cara de esta pieza de arte se encuentra un platillo redondo de finísimo oro.
Mi curiosidad acerca de esta preciosa pieza y el saber cuál era su funcionalidad. La persona de seguridad me expresó lo siguiente: eso que está usted viendo es un salero. ¿Un salero volví a preguntar estupefacto? Sí es un salero aunque ante la cara de mi intriga, se permitió compartir los pocos conocimientos que tenía e esa pieza y continuó: sí es un salero y como la sal y la pimienta era tan costosa y representaba todo un lujo tenerla en casa debía ser presentada lo más elegante posible. Y bueno es que la sal como la palabra salario es un elemento fundamental en nuestras mesas que incluso los romanos lo tenían tan presente que a toda jornada laboral incluso para sus esclavos tenía que ser el medio de pago una parte de sal y la cantidad monetaria pertinente. En la era de los mercaderes mucho se traía de Asia y África. Especias tan refinadas como la pimienta, el cardamomo, la bergamota, comino, nuez de moscada, canela y muchas más.
Y a estos tiempos vino el hallazgo de las Américas y la introducción de nuevas especias, Atlas, Chivas, Cruz Azul y Monterrey. El América está en veremos, necesita ganarle a Universidad en C.U. y se ve difícil. Por lo pronto ya tenemos campeón de goleo del torneo de liga y felizmente se trata de un mexicano, Ángel Reyna, del equipo América con doce anotaciones, dos màs que el peruano Wilmer Aguirre y tres sobre el argentino de Cruz Azul Emanuel Villa. Lo destacado de este hecho es que hacía tiempo que un nacional no conseguía la corona de los romperredes. Es un departamento que parece que es exclusivo de los extranjeros. El anterior fue para el chileno Humberto Suazo, del Monterrey y otro más atrás lo ganó Héctor Mancilla, también andino con la casaca del Toluca. Es lo sobresaliente de nuestro futbol, porque el torneo no ha valido la pena, salvo lo que han conseguido los Pumas, su campaña es sobresaliente, lo que no ocurría hace tiempo. Terminan el calendario regular a la cabeza de la tabla general y ahora hay que ver cómo responden en la liguilla, que es otro cantar. Volviendo los ojos a Europa, la verdad que han provocado expectación los encuentros de los dos grandes de España: Barcelona – Real Madrid, cuatro partidos programados en corto tiempo: el de liga, que ganaron los catalanes; Copa del Rey que fue para los madrileños que los volvió locos, pero el tercer enfrentamiento fue para los blaugrana por 2-0 en casa de los merengues y las aguas volvieron a su nivel. Pero no se vayan, le queda mucha cuerda a esta historia. frutos y animales al viejo continente.
Las mesas y las cocinas cada vez fueron sofisticándose aunque claro no dejaba de ser costoso los alimentos ni la forma en que estos lograban llegar a la mesa de sólo algunos como la monarquía, la nobleza y algunos cuantos mercaderes. En el siglo XX la sociedad supo realmente lo que fueron las hambrunas provocadas por las guerras y la sociedad por un momento dejó de despilfarrar y de ser más consiente en la forma de llevar alimentos a la mesa. Aunque no claro los Estados Unidos de Norte América que con su incesante consumismo han marcado la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI. Películas como The age of stupidity o Cuando el destino nos alcance, no distan mucho de una auténtica realidad a un futuro no muy lejano. El estilo de vida está llevando a la sociedad a un cataclismo de dimensiones apocalípticas. No encuentro lógica en decir que un chef está a la vanguardia culinaria por que se permite preparar un filete de salmón de Alaska con una reducción de vinagre balsámico de Italia, agua destilada de manantial finlandés y salsa de mantequilla suiza y caviar ruso.
Un residente de los Alpes franceses enfatiza: no encuentro la lógica que las grandes empresas envíen sus camiones hasta acá para trasladar la leche que se produce aquí a sus fábricas al sur de Francia y de vuelta la regresen empaquetada con sus logotipos y envases no reciclables. ¿Tiene lógica gastar en trasladar por miles de kilómetros los productos, donde se requiere invertir cantidades enormes de combustible tan solo por permitirnos pequeños caprichos? La cocina moderna que queremos visualizar debe ser sofisticada pero regional, como es el caso del restaurante Noma (mejor chef y restaurante del mundo 2010, noruega) que simplemente utiliza lo mejor de la región. ¿Señores chefs acaso no podrían preparar una exquisita tortilla de huevo con quintoniles y chorizo toluqueño?. No necesitamos traer aguas minerales de Francia, Italia o Fiji; cuando aquí bien se puede conseguir agua mineral de excelentísima calidad proveniente de los manantiales de Tehuacán en Puebla.
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