En tiempos en los que el trabajo, las prisas y el estrés parecen estar siempre presentes, el deleite de comer ha pasado a un término muy parecido a llenar el tanque de gasolina de un auto, sólo recargar y seguir el camino.
Sin embargo, volver a situaciones muy sencillas, prácticas y comunes pueden ofrecer no sólo que se disfrute mejor la comida, sino también aportar muchos beneficios para la salud.
Ello, de acuerdo al Dr. John Douillard, autor del libro Eat Wheat, A Scientific And Clinically-Proven Approach To Safely Bringing Wheat and Diary Back Into Your Diet, en donde señala que muchos de sus pacientes al ser sometidos a tratamientos relajantes para superar problemas digestivos, la mejor ayuda que recibieron fue el aprender a comer de una manera tranquila y correcta.
Dicta el especialista que “al final de su tratamiento, siempre hacía la misma pregunta: ¿qué fue lo más importante que aprendiste aquí esta semana? Siempre esperaba que me dijeran que se enamoraron de los masajes, de los tratamientos o del yoga, pero lo único que escuché una y otra vez (y recuerdo, que eran en su mayoría pacientes de cáncer) era que, podían sentarse, relajarse, detenerse, y realmente disfrutar del proceso de comer”.
Y todo parte del sistema nervioso parasimpático, el cual, al verse libre de distractores como estar checando el teléfono celular, ver televisión y hasta comer de pie, se ve afectado en su funcionamiento; es por ello que sentarse de una manera relajada permite que los sentidos huelan, prueben y experimenten la comida, todos vinculados a iniciar el proceso digestivo.
Incluso el simple hecho de masticar implica beneficios para disfrutar y digerir de manera correcta nuestros alimentos.
“Mientras que la masticación es bien conocida por sus beneficios en la digestión, pocos se dan cuenta de que masticar los alimentos en realidad ayuda a aliviar el estrés, mejorar el estado de ánimo y mejorar la función cognitiva y la atención. El proceso de masticación parece relajar el sistema nervioso mediante la activación de una respuesta parasimpática, que es lo que activa el proceso digestivo”, reconoce el Dr. Douillard.
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