El aceite de oliva extra virgen posee grandes virtudes. Los griegos y los romanos ya lo sabían y por eso lo usaron en las más variadas formas para el cuerpo y su cuidado. Hoy posee un prestigio como un alimento sano y natural de propiedades benéficas para ser humano, siendo uno de los principales componentes de la famosa dieta mediterránea.
El también llamado Oro Líquido, tiene grandes beneficios ampliamente reconocidas como son sus propiedades para reducir el colesterol, prevenir enfermedades cardiovasculares y diabetes, y prevenir y tratar el cáncer de mama gracias a su principal elemento, el ácido oleico. Incluso algunos pediatras lo sugieren pequeñas dosis en ayunas para la alimentación bebes, niños y adultos.
Al respecto, la nutrióloga Fiorenza Corte explicó que “el aceite de oliva debe de ser consumido de forma diaria por sus múltiples beneficios para la salud, siendo beneficioso para toda la población sin importar género y edades. La recomendación diaria depende de las necesidades de cada individuo, sin embargo las grasas vegetales son esenciales para el buen funcionamiento del organismo”.
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Añadió que “el aceite de oliva, al ser un alimento de origen vegetal, no contiene colesterol. Se destaca por su equilibrada proporción de ácidos grasos insaturados. Al consumir aceite de oliva ayudamos a seguir la recomendación del consumo diario de lípidos”.
Entre algunos casos de este tipo de producto se puede mencionar los aceites de Latitud Sur, Santiago y O-live&Co., que usan un mínimo uso de herbicidas y pesticidas, ya que en las 1,600 hectáreas donde se cultiva, en el Valle de Colchagua, en Chile, no hay plagas, debido primero a las barreras naturales con las que cuenta, como son en el Sur el Polo, en el Este los Andes, en el Oeste el Mar y en el Norte el desierto.
También a su clima mediterráneo, con veranos secos e inviernos lluviosos, con brisas que llegan desde los Andes y del Pacifico y con amplias diferencias de temperatura entre el día y la noche.
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