Más de 270 mil mexicanas han abortado bajo protección de ley

Desde el 24 de abril del 2007 se despenalizó el aborto en la Ciudad de México y hasta febrero de 2016, más de 279,688 mujeres han accedido a un aborto legal en hospitales públicos de esta entidad y en las 6 clínicas Marie Stopes en la capital mexicana.

Cabe mencionar que esta ley desde su creación buscó acompañar a miles de mujeres en sus decisiones de vida en la materia de la interrupción legal del embarazo a través de dos tipos de procedimientos, ambos son los recomendados por la Organización Mundial de la Salud en su Guía de aborto sin riesgos: aborto con medicamento o por Aspiración Manual Endouterina (AMEU) que, de acuerdo con diversos organismos de salud internacional, el procedimiento por AMEU es el más eficaz y seguro, además de que es el más moderno y poco invasivo.

En el caso de las clínicas como Marie Stopes se realizan en un 51% por el método de Aspiración Manual Endouterina y el 49% han sido por medicamentos. La procedencia de las mujeres que se realizan este procedimiento son en un 56% de la Ciudad de México, un 30% de Estado de México y el 14% proviene de otros estados, entre ellos predomina Puebla, Querétaro, Jalisco y Morelos.

Es importante mencionar que en la Ciudad de México el aborto por decisión propia es legal y un derecho de la mujer hasta las 12.6 semanas de gestación, sin importar la causa.  A pesar de que en otros Estados de la República lo es de acuerdo a distintas causales como: violación, inviabilidad del feto o riesgo de vida para la madre, entre otras, lo más importante es que las mujeres sepan que no importa donde vivan, si acuden a la Ciudad de México pueden llevar a cabo una interrupción del embarazo de manera legal y segura.

Por su parte, el Director Médico de Marie Stopes, el Gineco Obstetra Alfonso Carrera Riva Palacio comenta: “es muy importante que las mujeres que han decidido interrumpir su embarazo verifiquen que la clínica a la que acudirán sea segura, es decir, que tenga años de experiencia y posea el permiso de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para realizar procedimientos de aborto, pues en años recientes han surgido muchas clínicas “patito” que no siguen los mejores protocolos médicos y algunos continúan haciendo legrados, una práctica que la Organización Mundial de la Salud no recomienda ya que es de mayor riesgo y puede ocasionar lesiones que lleven a la infertilidad”.

En un compilado de opiniones de las mujeres que se han realizado este procedimiento se encuentran los siguientes:

Norma, 42 años, Guanajuato. “Estoy en un tratamiento contra el cáncer. Cuando me enteré del embarazo tuve que tomar una fuerte decisión: seguir con las quimioterapias, o dejarlas pasar para traer un hijo a este mundo. Mi elección fue la aspiración manual, no fue fácil, pero ahora debo luchar por mi vida para estar bien por los hijos que ya están aquí”.

Cynthia, 25 años, Nuevo León. “Con mi pareja estable me cuidaba con preservativo todo el tiempo, pero un día no lo hice, a todas nos pasa. Mi mejor momento, mi mejor empleo, mi mejor situación económica, mi mejor pareja y sólo esa vez no usamos condón. Tomé la píldora del día siguiente, sabía que estaba en mi día 16 del ciclo y eso podría traer consecuencias y así fue. 18 días después descubrí que ese 1% de probabilidad de que la píldora no surta efecto era real. Al día siguiente me trasladé a la Cd. de México. Tenía 5 semanas. Elegí la Aspiración manual con sedación. Hoy, a un año de haber tomado esa decisión, me siento en paz, no estaba lista y mi prometido y yo lo decidimos juntos”.

Maricarmen, 24 años, Ciudad de México. “Acababa de terminar la licenciatura, estaba por entrar a la maestría, no planeaba tener sexo esa noche, pero se dio. Soy de una familia conservadora, pero supe desde el corazón, que no quería traer un ser al mundo en estas condiciones. Al salir del procedimiento de aspiración manual me sentí tranquila, libre, que renací, que podía hacer planes grandes y que algún día estaría preparada en todos los sentidos para dar vida, para recibir con amor y dignidad a otro ser humano. Ahora tengo 29 años, estoy a punto de casarme con un hombre maravilloso, tengo proyectos que me hacen feliz y me siento plena para concebir en corto plazo, tal y como lo planeé”.