Entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar en embarazos de adolescentes, lo que representa un problema de bienestar sexual y reproductivo, afirmó María del Carmen Juárez Toledo en la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.
La directora de Desarrollo Urbano Sustentable del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) señaló que abandonar el colegio, obtener percepciones laborales raquíticas e incluso algunos decesos, son consecuencias de esa condición.
En México existen 22.4 millones de individuos entre los 10 y 19 años, según el Consejo Nacional de Población (Conapo), y de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, la proporción de sujetos de 12 a 19 años con vida sexual pasó de 15 por ciento, en 2006, a 23, en 2012.
La última indagatoria demográfica disponible (2009) consigna que la edad promedio del inicio de esta actividad entre las jóvenes de 15 a 19 años es de 15.9 por ciento.
Además, en 2012 los nacimientos registrados en las menores de 20 fueron 456 mil, y en las quinceañeras, 10 mil 880. Por otro lado, la muerte materna se incrementó de 32 por ciento por cada 100 mil nacidos vivos, a 37.3 por ciento, en 2013.
Asimismo, la gravidez temprana repercute en la permanencia en las aulas, pues más del 90 por ciento de las madres de 12 a 19 años no asiste a clases. Mientras, en el campo laboral la posibilidad de percibir ingresos estables o acceder a empleos especializados y de calidad es menor (según el estudio demográfico referido, nueve de cada 10 madres de 15 a 19 reportaron dedicarse sólo al hogar).
La paternidad precoz detona una cadena de condiciones de vulnerabilidad agravadas en los hijos. Por ello, para combatir este escenario se creó la Estrategia Nacional para la Prevención de Embarazo en Adolescentes (Enapea), que busca disminuir a cero los nacimientos en niñas de 10 a 14 años y, para 2018, lograr cifras de 63.1 por cada mil chicas de 15 a 19.
Comentarios Cerrados