El Médico Bariatra David Montalvo Castro, Presidente del Colegio Mexicano de Bariatría AC, comentó que los carbohidratos pueden ser el culpable del aumento de peso en los mexicanos, desmitificando la creencia, de que la alimentación debe ser muy baja en grasas y la realidad, agrega, es que México no es un país que se caracterice por un consumo elevado de grasas, pues lo que consume nuestro pueblo es una gran cantidad de carbohidratos, principalmente refinados, provocando en nuestro organismo una gran cantidad de triglicéridos.
Detalló que “ese tipo de grasa es la que se infiltra en el hígado, desencadenando toda esta problemática del hígado graso, así que la guerra no es contra el consumo de las grasas sino contra el consumo exagerado de carbohidratos. Recordemos que el cuerpo almacena la glucosa extra en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno; sin embargo, una dieta alta en carbohidratos produce un exceso de glucosa en la sangre — la cual se convierte en grasa gracias a la insulina, dando por resultado un peso adicional”.
El especialista alerta a la población a ser conscientes en el consumo exagerado de grasas, pues podría también desencadenar otros problemas serios de salud: “En el grueso de la población nacional, no les alcanzan para consumir una dieta alta en proteínas de origen animal y alta en grasas, es más barato tener una dieta alta en carbohidratos, alta en cereales, maíz, trigo, avena, cebada , arroz, sí los comemos en abundancia y si los combinamos con grasas y poca o nula actividad física, ese conjunto de factores desembocan en problemas de obesidad”.
Comentó que la obesidad no sólo es un problema de salud pública, sino también una carga financiera considerable. Según estimaciones del McKinsey Global Institute, la obesidad a nivel mundial impone costos equivalentes a 2.8% del PIB global. Esta cifra es parecida a la que generan los conflictos armados y el tabaquismo.Esto implica una gran presión sobre el presupuesto de las familias, los sistemas de salud y las finanzas públicas.
En México, el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) considera al sobrepeso y obesidad como elementos que reducen la competitividad del país. Por una parte, afectan la salud de los habitantes, lo que tiene un impacto en la dinámica familiar, impone costos elevados de tratamiento y afecta su productividad.
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