La taurina, un aminoácido presente en los tejidos de muchos animales y participante en la regulación del volumen de agua dentro de las células, también tiene una función importante en el desarrollo y la proliferación de las células troncales neurales.
Esto fue descubierto, por Reyna Hernández Benítez, bióloga y doctora en ciencias biomédicas, así como alumna de la investigadora emérita Herminia Pasantes Ordóñez, del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Hernández Benítez indagó el rol de la taurina en las células troncales, en especial en las neurales y señaló que “las troncales abundan durante el desarrollo del sistema nervioso, así que las utilizamos para conocer el papel de la taurina en las células neurales desde antes de que ocurra la diferenciación celular”.
En comunicado de prensa se detalló que con el uso de un sistema de cultivo in vitro llamado de “neuroesferas”, la estudiante estableció el plantío para obtener células troncales y progenitoras neurales provenientes de un modelo embrionario de ratón. “El proyecto inicial era observar el papel de la taurina en ese cultivo, en un ambiente controlado”.
Cabe mencionar que recientemente, el científico mexicano Arturo Álvarez Buylla descubrió que las células troncales no son exclusivas de los embriones, sino que también están presentes en el cerebro adulto y aportan nuevas generaciones de neuronas.
Reyna Hernández incorporó este hallazgo a su investigación al explorar el rol de la taurina en las células troncales extraídas de cerebros de ratones adultos y amplió sus experimentos in vitro a células fetales humanas, algo que logró hacer en una estancia de investigación en el Hospital Infantil de Michigan, Estados Unidos.
“Con nuestro modelo indagamos qué pasa con la taurina en las células embrionarias de ratón y en las células de adulto. A ambas les pusimos ese aminoácido para saber qué ocurre antes de la diferenciación”, el resultado fue sorprendente, pues aumentó al doble y hasta el triple el número de células en los cultivos, explicó.
Asimismo, estudió los mecanismos del aumento en la cantidad de células y encontró que en presencia de la taurina aumenta la proliferación celular. “Participa en la proliferación y la mejora, aunque no es un factor único en ese proceso. También mejora la viabilidad, lo que se comprobó porque las células troncales sobrevivían más en presencia del aminoácido”, detalló.
En la última parte de su investigación, abordó el mecanismo de proliferación que se relaciona con la mitocondria, un pequeño organelo presente dentro de las células. “La taurina hace que la actividad mitocondrial sea más eficiente, lo que crea mejores condiciones para todo el sistema, el cual produce más células”, resumió.
Algo que llamó la atención de la joven científica es que la diferenciación neuronal en presencia del aminoácido es mayor en las células fetales humanas que en las de ratón. Además, también les ayuda a conservarse. Aunque falta indagar más al respecto, Hernández Benítez lo atribuye a la plasticidad del cerebro humano, capaz de aprovechar al máximo cualquier beneficio adicional.
Por lo pronto, estos resultados pueden servir para mejorar las condiciones de los cultivos in vitro y, a futuro, podrían ayudar en algunas terapias de reemplazo celular.
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