Existe actualmente una tendencia creciente a retrasar la maternidad que exige a los profesionales de la reproducción asistida adaptarse a esta realidad en todo el planeta.
En estos casos, la vitrificación de ovocitos se confirma como la técnica más habitual cuando se pospone el embarazo, bien sea por una decisión social o por un problema oncológico. Pero la edad a la que se decide vitrificar también influye.
La mujer nace con cerca de un millón de ovocitos, que se van reduciendo antes de la pubertad, para quedar en 400 mil aproximadamente. De los cuales va gastando casi 1.000 en cada ciclo menstrual. “Por tanto, a partir de los 35 años, esta reserva ovárica ya está en casi el 10 % del total y la calidad de los óvulos es peor. Encontrando que una mujer de 40 años apenas tiene óvulos buenos para gestar un niño sin fallos reproductivos y/o cromosómicos.
Los investigadores de la Universidad de St. Andrews concretan en un 3 % la reserva ovárica de estas mujeres, asegura el profesor José Remohí, copresidente y fundador de IVI, durante las sesiones del 7th International IVI Congress.
El galeno declaró que “las cuentas no fallan, nosotros los ginecólogos lo sabemos, la fertilidad de la mujer no es infinita. Son las mujeres las que deben tomar conciencia. Pueden existir embarazos espontáneos, sí, pero son muy poco probables y además con muchos riesgos”.
Cabe mencionar que la vitrificación nació como una esperanza para las mujeres que iban a someterse a tratamientos oncológicos o a una cirugía de ovarios, y hoy recurre a ella un mayor porcentaje de mujeres por motivos sociales. El método consiste en una “congelación” ultrarrápida que permite preservar el óvulo en óptimas condiciones para ser usado cuando la mujer quiera. Gracias a los nuevos avances se consiguen tasas de supervivencia de estos ovocitos del 90 %.
“La vitrificación es un método simple que ha revolucionado la criobiología y se ha convertido en la llave de otras muchas técnicas en nuestras clínicas. Ofrece una tasa de éxito elevada y un coste accesible. Es una decisión con muchas más ventajas que inconvenientes. Si se analiza el objetivo final (mantener casi intactas la posibilidad de ser madre) es altamente recomendable,” declaró el Dr. Juan Antonio García-Velasco, director de IVI Madrid y ponente del 7th International IVI Congress.
La edad es clave para los tratamientos de Reproducción Asistida. Se ha convertido en el factor principal de todos los problemas que presentan las mujeres y/o parejas que no consiguen un embarazo natural.
Dijo que “el retraso de la maternidad es una realidad. Que las mujeres se encuentran en su mejor momento social, emocional, psicológico y económico a finales de los 30 años es otra. Pero la Biología no lo sabe. Ella sigue haciendo las cosas como siempre y no para de decirnos que la edad óptima para ser madre es otra. Por eso, preservar la fertilidad vitrificando ovocitos cuando se encuentran en ese momento óptimo es un seguro de tranquilidad para todas ellas”.
Si bien es cierto que la vitrificación de ovocitos en pacientes mayores de 35 es posible, las mujeres deben ser conscientes de que cuanto antes consideren la opción de vitrificar sus óvulos, más posibilidades tendrán de cumplir su deseo reproductivo en un futuro.
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