Rafael Cienfuegos Calderón
Para atender las enfermedades cardiovasculares que en el país provocan 274 defunciones al día, es necesario contar con médicos y hospitales especializados, medicamentos, equipo y atención oportuna, para lo se requiere un presupuesto con crecimiento constante y una nueva política de salud pública.
Estos padecimientos son la primera causa de muerte en el país y mantienen al sector salud en alerta ya que hay 17 millones de hipertensos, 14 millones con problemas de lípidos, seis millones con complicaciones de glucosa y 35 millones con sobrepeso y obesidad.
Lo anterior demanda que el presupuesto destinado a la prevención, atención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares no sea regresivo -en 2012 se invirtieron para atender enfermedades del corazón únicamente siete mil 949 millones de pesos-, por lo que hay que conseguir más presupuesto y, eso, le corresponde a la Cámara de Diputados.
La secretaria de la Comisión de Salud, diputada Teresa de Jesús Lizárraga Figueroa (PAN) expuso en el “Foro Legislativo sobre Enfermedades Cardiovasculares” que en México son 100 mil las personas que mueren al año y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que para el 2030, el número en el mundo aumentará a 23.6 millones.
Lo anterior tiene un impacto social y económico impresionante, ya que alrededor del 80 por ciento de estos decesos son prematuros entre la población menor de 70 años que forman parte de la Población Económicamente Activa.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino, del Instituto Nacional de Salud Pública, indica que los niños de entre 5 y 11 años padecen sobrepeso y obesidad infantil, lo que es una situación grave porque es el principio de las enfermedades cardiovasculares,
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