Las vacaciones son un gran placer pero también pueden convertirse en un gran riesgo si no se viaja con los cuidados y medidas de seguridad adecuadas. Pueden provocar severos accidentes y contraer graves enfermedades.
Una de las afectaciones más graves son las quemaduras por exposición prolongada al sol, ya que con la emoción de las vacaciones los padres permiten que los pequeños pasen largas horas bajo el sol dando como resultado piel rojiza y dolorosa, incluso les pueden ocasionar hinchazón y ampollas.
Algunos niños o adultos con quemaduras solares graves pueden presentar fiebre, escalofríos y debilidad, deshidratación e incluso pueden entrar en shock.
Al comentar lo anterior la doctora Alejandra Méndez Pérez, Directora de la Clínica Sansce, recomendó el uso de protector solar, incluso si se está en interiores o es un día nublado, porque los rayos UV pueden atravesar las ventanas y el 80% de éstos se filtra por las nubes. Además, el agua y la arena los reflejan, por lo que a pesar de no tener exposición directa pueden causar daño. La aplicación del protector solar se debe hacer al menos cada 4 horas durante las horas de sol y siempre después de mojarse en la alberca o la playa. Es recomendable ponerse a la sombra entre las 11:30 a.m. y la 2:00 p.m.
Incluso advirtió que cualquier quemadura en la piel, por más pequeña que sea, aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer en la piel, incluso el melanoma, que es el cáncer de piel más peligroso. Deben usarse de preferencia prendas de manga larga, gorras y sombreros.
La doctora Méndez alertó también que los accidentes durante la temporada vacacional son bastante recurrentes tanto en piscinas, playas, cenotes, ríos, zonas de acampar o incluso en el hogar, por lo que no se debe descuidar a los pequeños y estar preparados con un botiquín de primeros auxilios y los datos de contacto de algún médico cercano a la zona vacacional.
Del total de menores de edad que mueren cada año en el país, un alto porcentaje corresponde a accidentes ocurridos en albercas domésticas y playas, entre los que se encuentran lesiones a la columna vertebral, que, dependiendo de lo grave, puede derivar en paraplejía, cuadraplejía, pérdida parcial de movilidad o daño neurológico, entre otros.
Entre las recomendaciones de la especialista médica están: evitar que los pequeños se lancen desde grandes alturas, utilizar siempre salvavidas si se realizan deportes acuáticos, no correr por los bordes de las piscinas y bañarse sólo en lugares que estén habilitados. Es favorable que a los niños se les enseñe a nadar desde muy temprana edad.
Otro malestar común son las infecciones estomacales que deben ser tomados en consideración debido a que el aumento de temperatura trae consigo la descomposición de los alimentos, favoreciendo la intoxicaciones alimentarias y las infecciones gastrointestinales, en especial en zonas de campamento en donde no hay agua potable.
Externa las siguientes medidas:
Lávese frecuentemente las manos con agua y jabón.
Lavar muy bien las frutas y las verduras antes de consumirlas, al igual que darles una correcta cocción, además de consumir alimentos lo más frescos que sea posible.
Evite consumir alimentos y bebidas alcohólicas de vendedores ambulantes o sitios poco confiables.
Tome agua embotellada. Evite el hielo de procedencia dudosa.
Además tomar conciencia de quienes tienen alguna alergia alimentaria, es importante que la gente que va viajando contigo sepa el riesgo potencial de lo que le puede ocurrir, para lo cual debe ir preparado con los medicamentos correspondientes, consulta a tu médico para que te proporcione una asesoría individualizada.
Otros problemas a los que se pueden enfrentar las familias durante la temporada vacacional son las picaduras de insectos y mordeduras de animales. En zonas calientes deben sacudirse perfectamente las toallas, batas de baño y cualquier tipo de prenda que se vaya a poner, así como revisar muy bien el calzado tanto de pequeños como de adultos por el riesgo de que pudiera haber dentro algún animal ponzoñoso.
Para reducir el riesgo de picaduras de insectos, use repelente y mosquitero.
Tener especial atención con las abejas. No es recomendable usar perfume o productos para el cabello o la piel con olores dulces o florales.
En las zonas donde hay mosquitos es importante aplicar repelentes para evitar el riesgo de contraer dengue, chinkungunia, zika y paludismo, el repelente debe aplicarse después del protector solar, aplicar sobre la ropa y repetir el procedimiento cada 4 a 8 horas dependiendo de las recomendaciones del fabricante, hay que tener especial cuidado con las zonas expuestas a las picaduras de los mosquitos. En caso de picadura de otro insecto es importante buscar atención médica para evitar complicaciones.
La doctora Méndez Pérez sugiere finalmente que al salir de vacaciones a determinados lugares, se deben ubicar los sitios para resolver una emergencia, especialmente si se llevan niños pequeños.
Citó que hay páginas para tener orientación de cuales son los centros especializados para resolver los problemas, como por ejemplo la clínica de medicina del viajero de la UNAM y la Organización Mundial de la Salud.
La doctora recomienda que al viajar siempre se lleve consigo un botiquín que debe individualizarse dependiendo del destino turístico. Si se consumen medicamentos de manera crónica, ya sea para la presión arterial o para alguna otra enfermedad, deben ser de las primeras cosas que deben ponerse en el botiquín, junto con los medicamentes específicos para el viaje. Nunca deben suspenderse los medicamentos crónicos sin una valoración médica, en caso de alguna enfermedad hay que consultar a un especialista para saber si hay que ajustar algún tratamiento.
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