Para la ciencia es una realidad consabida que el aumento en el consumo de granos enteros en la población general es necesario porque es un hábito que previene enfermedades cardiacas.
Un ejemplo de estos estudios en ciencia que reafirman ello fue publicado por la Wake Forest University School of Medicine que realizó una investigación con 285 mil personas por más de 10 años. El resultado, según el Dr. Philip Mellen es que “consumir 2.5 porciones de grano entero diariamente se asocia con una disminución del riesgo cardiovascular del 21%. Estos hallazgos sugieren que debemos redoblar nuestros esfuerzos para que nuestros pacientes incluyan más granos enteros en sus dietas”.
Añadió que “por años los científicos fuimos tras la pista de los alimentos procesados como origen de los males de Occidente; así llegamos a los granos enteros y nos dimos cuenta de que su consumo se asociaba a menor colesterol, obesidad o hipertensión; los factores principales para un infarto”.
De esta forma se dio a conocer que para conservar la salud, con estos cinco tips, se podrá consumir más granos enteros y ello desembocará en vivir más y mejor.
Asegúrese de que el producto esté etiquetado como “grano entero” y no sólo como “multigrado” porque esta etiqueta suele ser engañosa.
Pruebe otros granos o legumbres como mucha fibra como la quinoa, la chía, los frijoles, los nopales o el amaranto.
Intente la pasta de harina integral; puede resultar un poco rara, pero no deje de utilizarla, con el tiempo no distinguirá diferencias. Lo mismo con los hot cakes.
Cocine su gran favorito para toda la semana; por ejemplo, unos elotes. Guárdelos en el refri y los tendrá a mano cualquier día para calentarlos y comérselos con un poco de mayonesa y queso.
Comience una nueva relación: agregue quinoa a sus ensaladas; prepare sushi con arroz integral o agregue granos de elote en cualquier sopa.
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