Con el tan esperado regreso a clase muchos padres encuentran descanso del apabullante y tan demandante proceso de criar hijos; para otros es un tan pequeño y estimulante proceso de ver crecer a los hijos con nuevos retos. En este alegre acontecer los padres de familia como buenos guías de sus hijos deben seguir velando por inculcarles buenos hábitos de conducta, de perseverancia al estudio y al deporte, hábitos de orden, de levantarse temprano, de hacer sus tareas y claro de comer sanamente. Este nuevo ciclo escolar presenta el mismo reto las escuelas siguen vendiendo comida chatarra sin un claro esquema de supervisión y castigo para los infractores de estas medidas; y las tiendas y puestos callejeros a las afueras de las escuelas siguen estando ahí, sobrecogiendo el apetito y antojo de un joven e invulnerable ser.
Cierto es que ciertas empresas “socialmente responsables” y lo digo así porque incluso la Coca Cola tiene ese distintivo han tratado de preocuparse por ofrecer productos más saludables, o más bien es que no quieren dejar de ser parte de las ganancias que implica ese enorme pastel que son las escuelas de nivel básico, medio y superior del país; he visto que bolsas de papas, frituras, galletas, refrescos, dulces y golosinas, ¡ah! incluso de agua que han modificado sus presentaciones a versiones infantiles, increíble… Pero no dejan de ser productos chatarra en menor cantidad. No obstante también veo barras de granola, o con granos enteros, fruta natural y bajas en azúcares, alimentos bajos en grasa, jugos y natillas naturales y reducidos en azúcares; y no me refiero a light sino verdaderamente naturales. Un ejemplo muy agradable viene del Consejo de Agricultores de Fruta del Estado de Puebla que venden perones y manzanas en bolsas enfocadas al público juvenil y con pequeños sobrecitos de salsa chamoy para acompañar un rico perón acidito.
Las recomendaciones nuevamente, señoras, utilizar variedades de panes para la elaboración de sándwiches y bocadillos con altos contenidos de fibra y granos enteros, cambiar los embutidos de carne por carnes asadas al natural como relleno. Los crudites o cruditos; elaborados a base de zanahoria, jícama y pepino nunca deben de faltar en la dieta del niño; también pueden alternarse con ensaladas frescas, gérmenes de alfalfa, soya, rábano o cualquier otro, jitomate cherry. Es muy bueno elaborar sándwiches o raciones de pescado fresco (nada de procesados), las grandes cantidades de proteínas, minerales y ácidos grasos harán de sus hijos unos chicos brillantes y excelentes atletas dentro de la escuela. El agua es fundamental y siempre debe de procurar al infante a ingerir sólo agua natural o aguas frescas elaboradas sanamente en casa, bajas en azúcar ya que la pulpa de fruta de por sí ya contiene grandes cantidades de azúcar (fructosa) y si pensamos en la siguiente ecuación: fruta + azúcar en exceso= efectos contraproducentes a la salud.
No olvidemos que un gran día inicia con un gran desayuno; permítase darse un tiempo de paz en las mañanas de disfrutar de un sano desayuno, de compartir tiempo de calidad con los hijos antes de ir a escuela, con una mente relajada y un cuerpo bien nutrido, es más fácil nutrir el alma de valores y muchos conocimientos.
Sándwich crujiente de surimi:
100 gr de surimi
20 gr de apio
20 gr de cebollo
40 gr de zanahoria rallada
20 gr de pepino rebanado
40 gr de queso crema, germen de rábano o alfalfa, chile chipotle o serrano en escabeche al gusto y pan de trigo entero con granos.
1.- Picar fino cebolla, apio y surimi, mezclar perfectamente con el queso crema, reservar. 2.- abril los panes, rellenar con la mezcla de surimi, chile si así lo prefiere, poco de germen, zanahoria rebanada y pepinos; no colocamos jitomate porque esto puede ablandar el pan dentro de las loncheras pero bien se puede poner un recipiente con ensalada extra y jitomates cherries, el tamaño, color y sabor los harán un favorito de los niños.
¡Feliz regreso a clases!
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