Las frituras de maíz y trigo son una de nuestras botanas preferidas pues, además de sabrosas, están a la venta en cada esquina. ¿sabes que detrás de su sabor hay un gran aporte energético, de carbohidratos, grasas y sodio que te llevas a la boca? En años recientes, las frituras y otros productos de alto aporte energético, como refrescos, pastelitos y dulces, han sido acusados de atentar contra la salud de la población. Hoy, 70 por ciento de los mexicanos padecen de sobrepeso y ocupamos el primer lugar mundial en obesidad.
Por lo general, las frituras están hechas de uno o varios cereales, aceites vegetales, sal y condimentos. El resultado de la mezcla es una botana de un alto contenido energético por la presencia de carbohidratos que aportan los cereales y grasas que absorben durante su elaboración. En 100 gramos de frituras puedes obtener alrededor de 500 kilocalorías, dependiendo de la marca. Sin embargo, encontrarás una cantidad muy escasa de fibras, proteínas, vitaminas y minerales; esto, desde luego, es un desequilibrio nutrimental que convierte a las botanas en un alimento que no debe consumirse diariamente, mucho menos como sustituto de alguna comida habitual.
De acuerdo con la OMS, la cantidad de sal diaria no debe superar los 6 gramos; es decir, los 2 mil 400 miligramos de sodio. Y, tal vez se escuche como una cantidad muy grande, pero lo cierto es que comúnmente la superamos.
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