El editor en jefe de la revista científica Food and Chemical Toxicology, A. Wallace Hayes, se retractó de la publicación del estudio Long term toxicity of a Roundup herbicide and Roundup-tolerant Genetically Modified maize, publicado en noviembre de 2012, en el que se afirmó que el maíz genéticamente modificado NK603 y el glifosato (herbicida) causaron la aparición de tumores y daños orgánicos en las ratas que consumieron dichos productos.
El estudio, conducido por Gilles-Eric Séralini, investigador de la Universidad de Caen, fue cuestionado por investigadores, académicos y agencias sanitarias de diferentes países, como la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), debido a inconsistencias en los procedimientos del trabajo y en la investigación.
En comunicado de prensa, el organismo Agrobio dio a conocer que debido a la naturaleza de las inconformidades planteadas sobre este trabajo, A. Willians Hayes, editor en jefe de Food and Chemical Toxicology, solicitó al Dr. Séralini toda la información en la que se basó para hacer su estudio, situación que no es frecuente, pero que está dentro de las políticas editoriales de la revista, para someterla a una segunda revisión colegiada.
Después de una exhaustivo análisis, los investigadores responsables de la revisión sugirieron a la revista retirar el estudio por no considerarlo concluyente. Ante tal recomendación, el editor en jefe envió al Dr. Séralini una carta solicitándole que retirara la publicación, ya que la revisión reveló que las conclusiones del equipo franco-italiano carecían de exactitud y eran insuficientes para emitir tales conclusiones debido a las siguientes razones:
No se explicaron adecuadamente todos los procedimientos utilizadas en el estudio.
Se hicieron tratamientos no relacionados y el número de animales experimentales (ratas) no fue suficiente en cada muestra para afirmar que los resultados son estadísticamente significativos. Por tanto, las conclusiones no pueden considerarse válidas.
El período de estudio (2 años), es mayor a la vida promedio de las ratas, lo que genera datos confusos respecto a variaciones a la mortalidad.
Se usaron ratas de una variedad poco adecuada para este tipo de prueba, ya que se trata de una cepa propensa a generar tumores de manera espontánea.
En la carta enviada al Dr. Séralini, el editor de la revista le solicita que retire el artículo publicado y que, si no lo hiciera, la revista se retractará de su publicación y publicará una explicación de los motivos.
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