Se dio a conocer que en México el proceso de producción de cárnicos que ha sido cuestionado en varias ocasiones, por el tener involucrado el clembuterol, medicamento cuyo uso pecuario se ha prohibido y representa un delito penal.
Pero, de acuerdo a Héctor Sumano López, investigador del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que existen suficientes evidencias científicas y sanitarias para demostrar el buen control de este fármaco en México y la inviabilidad económica para los productores si lo emplearan negligente o subrepticiamente en la engorda de ganado.
Señaló que “actúa sobre unos receptores adrenérgicos específicos llamados β2, que se localizan en los bronquios y causan, a nivel vascular, vasodilatación, que a su vez provoca hipotensión (no hipertensión, como se afirma), que pudiera derivar eventualmente en taquicardia (aumento de la frecuencia cardiaca), además, induce nerviosismo, temblores y náuseas”.
Se utiliza en individuos asmáticos y con problemas de bronco-constricción (en dosis de 20 a 40 microgramos), porque relaja el músculo bronquial y, por consiguiente, mejora la ventilación pulmonar, también, se emplea en algunas afecciones que cursen con atrofia muscular y, en algunos países, en el control de los partos.
En comunicado de prensa la UNAM informó que diversos estudios científicos señalan que el clembuterol no es genotóxico, esto es, no induce cambios conducentes a cáncer ni de ninguna otra índole en el genoma, animal o humano; tampoco es estimulante del sistema nervioso central ni abortivo. No obstante, fue prohibido en los procesos de producción de carne en países de la comunidad europea.
En cambio, el zilpaterol y la ractopamina, que actúan en los mismos receptores β2 y son de eliminación rápida, sí están aprobados en muchas naciones, incluida México.
“Lo común es que, por ejemplo, se suministre zilpaterol a bovinos y ractopamina a cerdos durante el mes final de su engorda, para que tengan más carne que grasa. Estos medicamentos se eliminan de manera rápida y llegan a concentraciones mínimas en los tejidos en un periodo de 24 a 48 horas, son dos mil veces menos potentes que el clembuterol para inducir hipotensión”, explicó Sumano López.
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