A pesar de las recomendaciones de la Academia Nacional de Medicina, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), del Relator de Naciones Unidas y de las organizaciones agrupadas en la Alianza por la Salud Alimentaria de realizar políticas efectivas para reducir el consumo de refrescos a través de impuestos, de regular su publicidad en los medios y su presencia en las escuelas por considerarse un producto que contribuye significativamente a la obesidad y la diabetes, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y el Secretario de Salud, Armando Ahued, no tuvieron el menor en empacho en tomar en cuanta estas situaciones y dieron un reconocimiento a la empresa Coca Cola como “Organización Saludablemente Responsablemente”.
Al respecto, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, A.C., dijo que “el Gobierno del Distrito Federal (GDF), con este acto, muestra su total sometimiento a las estrategias de la industria refresquera y procesadora de alimentos no sólo de evitar que se implementen políticas públicas efectivas para prevenir la obesidad y la diabetes sino también para ayudar a promocionar su imagen de industria responsable cuando la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) y las principales publicaciones científicas en salud señalan a estas empresas como responsables de la epidemia de obesidad y diabetes y responsables de bloquear e impedir el desarrollo de políticas públicas que protejan la salud de la población”.
Recordó que Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud, el pasado 10 de junio declaró: “La salud pública debe enfrentarse a la Gran Industria de Alimentos y a la Gran Industria de Refrescos… Estas industrias odian las regulaciones y se protegen usando las mismas tácticas… El poder en el mercado se transforma en poder político. Pocos gobiernos dan prioridad a la salud sobre las grandes empresas”. Por ello, explicó el director del Poder del Consumidor, el jefe de gobierno y el secretario de Salud del Distrito Federal muestran que es más prioritario el poner a las empresas por encima de la salud pública.
La oposición de Coca Cola contra las políticas públicas en salud ha sido constante: su campaña contra las Recomendaciones de Bebidas para una Vida Saludable presentadas en 2008 por la Secretaría de Salud, evitando que estas recomendaciones fueran difundidas ampliamente entre la población y en las cuales se recomendaba no beber refresco; su oposición a los lineamientos para alimentos y bebidas dentro de las escuelas presentados en 2010 a los que calificó de anticonstitucionales y que quedó documentado en el comentario que envió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria contra esta iniciativa. A lo anterior se suma la denuncia presentada por El Poder del Consumidor contra la publicidad actual de esta bebida que lleva por leyenda “149 calorías para la felicidad” por publicidad engañosa y atentar contra la salud.
México presenta uno de los mayores índices de sobrepeso, obesidad y diabetes en el mundo, el Distrito Federal presenta niveles superiores a la media nacional. La prevalencia de sobrepeso y obesidad entre hombres a nivel nacional es de 69.4%, en el D.F. es de 73.4; la de mujeres a nivel nacional es de 73% y en el D.F. de 73.4; en adolescentes a nivel nacional es de 35% y de 8.6 % en el D.F. y en escolares a nivel nacional es de 34.4% mientras en el DF es de 35.4%. Los datos más graves se expresan en mortalidad por diabetes, mientras el promedio nacional ronda 80 muertes anuales por cada 100 mil habitantes, en el Distrito Federal esta cifra es superior a los 100 muertos anuales por cada 100 mil habitantes.
“Lo más graves es la irresponsabilidad del Gobierno del Distrito Federal al realizar este reconocimiento a Coca Cola mientras el sistema de salud pública de la ciudad está colapsado al no poder ofrecer el servicio de diálisis a decenas de miles de personas por falta de recursos, como lo ha declarado el propio Secretario Ahued. Mientras realiza estas declaraciones, Ahued premia a Coca Cola, una bebida cuyo consumo está asociado a la diabetes, enfermedad que presenta como una de sus consecuencias el requerimiento de diálisis.
Por un lado Armando Ahued premia a Coca Cola y por otro declara que no hay recursos para cubrir las consecuencias de la diabetes, esta es la lógica que ha marcado, desde hace años, a un gobierno autollamado de izquierda que mantiene fuertes vínculos y se somete a la industria”, señaló Xaviera Cabada, coordinadora del Área de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.
Por su parte, Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria señaló: “es sorprendente que el gobierno del Distrito Federal destinen recursos para premiar las estrategias de imagen de empresas responsables de vulnerar el derecho de poblaciones incapaces de autotutelarse, como son los niños, mientras no hace nada este gobierno para cumplir con su obligación de proteger el derecho de estas poblaciones a una alimentación saludables”.
En México, el consumo de bebidas azucaradas aporta más del 12% del total de energía gastada. En el periodo de 1999 a 2006, la energía consumida proveniente de bebidas altas en energía, en las que el refresco representa un papel predominante, incrementó más del doble en adolescentes y se triplicó en los adultos,por lo que la frecuencia en el consumo de refresco supera a alimentos básicos como leche, huevo, carne, frutas y verduras.
Comentarios Cerrados