En el marco del Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, se continúan llevando a cabo acciones por todo el mundo a fin no sólo de fortalecer la necesidad de mejorar la calidad de vida de los niños y adultos autistas para que puedan tener una vida plena y digna.
Dentro de estas acciones, se destaca la labor del Centro Estatal para la Detección y Atención del Autismo (Cedaa) ubicado en el DIF de Veracruz, el cual ofrece un presente y futuro de mejor calidad a quienes viven con el espectro autista, involucrando a la familia y al paciente en un programa integrativo, para desarrollar su potencial individual y grupal, con el fin de participar en un modelo social solidario, constructivo e igualitario.
A casi tres años de su creación, el Cedaa ha mejorado la vida de más de 160 familias que reciben atención diaria. Los servicios y esquemas del Cedaa son de atención psicoterapéutica, comunicación y lenguaje, médico-nutricional, psicoeducativo, sensorial-motriz, trabajo corporal, musicoterapia, artes plásticas y programa Tomatis, además de grupos de apoyo para hermanos y terapéutico para padres.
Las personas con autismo viven una alteración en el desarrollo de la comunicación, lenguaje, interacción social, conducta, intereses y gustos. Esta condición aparece con mayor claridad antes de los tres años de edad y permanece durante toda la vida.
No hay un solo tipo de autismo, existen personas diversas en la que los síntomas se manifiestan de forma diferente y su evolución sigue diversas trayectorias y caminos. En la actualidad sí bien es sabido que no se conocen las causas del autismo, se sigue buscando que los niños se puedan integrar a la sociedad y cuenten con el apoyo que requieren para aprender y desarrollarse.
Por esta razón, el Centro Estatal para la Detección y Atención del Autismo (CEDAA) atiende alrededor de 138 pacientes mediante 3 módulos: Intensivo – Atención Inicial, Medio – Acompañamiento y Empoderamiento y el último que es el Avanzado – Supervisión.
Cabe destacar que una de las aportaciones del CEDAA es el trasformador método alternativo denominado “TOMATIS”. Este es un programa de estimulación neurosensorial que favorece el desarrollo de los niños con autismo, específicamente en las áreas de comunicación y lenguaje y psicomotricidad.
En quince sesiones consecutivas, el menor utiliza este equipo conformado por audífonos y un reproductor que porta en una cangurera durante dos horas de sesión. El paciente escucha pistas musicales de Mozart y cantos gregorianos que logran la estimulación auditiva y ósea, las cuales motivan al cerebro para el proceso del habla.
También se lleva a cabo el taller de “Son Jarocho” como parte de la musicoterapia. Este taller trata de generar en los niños el gusto por la música, utilizando el son jarocho ya que es la música que durante 300 años ha estado en el estado de Veracruz.
Algunos de los temas musicales de esta vertiente musical con las que se trabaja con los pacientes son: La Iguana, La Bamba y La Guacamaya. Cuando el paciente escucha que la guacamaya vuela, los pacientes asemejan el vuelo e la guacamaya; cuando la iguana baila y mueve los hombros y la cadera, los niños se mueven como la iguana y, La Bamba para cantar con ellos las tradiciones y música alegre de la región que despertará sus sentidos.
Este taller aporta mucho a los niños para desenvolverse, agarrar ritmo, cantar y repetir los coros que se dan en el son jarocho, además de estar un rato en comunidad, conviviendo que es sin duda lo que más se les dificulta a los menores.
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