Pacientes diagnosticadas con cáncer de mama podrían evitar las quimioterapias gracias a un test genómico, llamado Oncotype DX, el cual identifica la probabilidad de recaída de la enfermedad, por lo cual se ha convertido en una herramienta fundamental en el tratamiento integral del padecimiento, señaló la doctora, Cynthia Villarreal Garza, Directora de Oncología Médica del Centro de Cáncer de Mama del Hospital Zambrano Hellion del Tecnológico de Monterrey e Investigadora del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
El cáncer de mama en México se presenta en el 70% de los casos en mujeres de entre 30 y 59 años de edad, según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), cuando las mujeres están en una etapa altamente productiva. Se sabe que una de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama en algún momento de su vida. Cuando una mujer es diagnosticada por primera vez con esta enfermedad, la reincidencia o recidiva a futuro es uno de los principales temores de la paciente y del médico.
Hasta hace un tiempo, la mayoría de los tumores de mama se trataban con terapia citotóxica (quimioterapia). Ahora se cuenta con pruebas especiales que se realizan en el tejido tumoral, y que permiten estudiar la biología del tumor. Estas pruebas indican la agresividad del tumor y el riesgo de que se presente una reincidencia o recidiva, lo cual proporciona mucha más información que los parámetros clásicos que se toman en cuenta, como el tamaño del tumor y la presencia o ausencia de enfermedad en los ganglios linfáticos de la axila.
Una de estas herramientas corresponde a la prueba Oncotype DX. Este estudio analiza la información de 21 genes del tumor de mama, lo que le ofrece una herramienta útil al médico oncólogo para la toma de decisiones al designar un tratamiento personalizado para la paciente, evitando la quimioterapia en una de cada tres mujeres que se la realiza.
Ensayos clínicos a nivel mundial como el estudio europeo «Plan B» realizado a más de 50,000 pacientes confirman la capacidad de Oncotype DX para pronosticar con precisión la probabilidad de reincidencia o recidiva (Recurrence Score) del cáncer mamario. Esta calificación le permite conocer al médico y a la paciente el riesgo de reincidencia del cáncer hasta por diez años y predice el beneficio de la utilidad de la quimioterapia en los casos detectados en etapas tempranas.
Al emplear esta prueba, se ha demostrado que hasta el 37% de las pacientes que inicialmente se habían considerado candidatas a tratamiento con quimioterapia por los parámetros clínicos clásicos (tamaño y ganglios), no requieren la quimioterapia como tratamiento coadyuvante.
En México ya se conocen los beneficios de las pruebas genómicas como Oncotype DX que está disponible en el mundo desde el año 2004 y que en diversos estudios clínicos internacionales ha comprobado su utilidad pronóstica y predictiva, por lo que su uso se recomienda en las guías de tratamiento de ASCO y NCCN de Estados Unidos; St. Gallen en Europa; NICE en Inglaterra; y en México por el Consejo Mexicano de Oncología.
A lo cual, la especialista comentó que «lo ideal sería que las pruebas genómicas fueran accesibles en el sistema de salud mexicano para tener más elementos en las tomas de decisiones con los pacientes».
Esta prueba genómica tiene indicado su uso para aquellas pacientes con cáncer de mama en etapas tempranas, con receptores de estrógeno y progestágeno positivos, HER2 negativo y ganglios linfáticos negativos. Actualmente se encuentra en estudio si se puede emplear también para pacientes con enfermedad en los ganglios de la axila (uno a tres ganglios positivos o enfermos).
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