De acuerdo al Banco Mundial el mundo pierde o desechos de una cuarta parte de los alimentos que produce, según la última edición de Food Price Watch trimestral del BM citó la FAO y el Instituto de Recursos Mundiales estima.
En las regiones plagadas de desnutrición, tales como África y Asia meridional, esta pérdida impactante traduce en entre 400 y 500 calorías por persona y por día – y hasta 1.520 calorías en el mundo desarrollado.
Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial, dijo que «millones de personas en todo el mundo se acuestan con hambre cada noche, y sin embargo, millones de toneladas de alimentos terminan en basureros o estropeado en el camino al mercado. Tenemos que hacer frente a este problema en todos los países con el fin de mejorar la seguridad alimentaria y para acabar con la pobreza».
De acuerdo con la última edición de Food Price Watch, los precios mundiales de los alimentos disminuyeron en un 3% durante el último trimestre, pero se mantienen cerca de máximos históricos, impulsados por las cosechas récord de trigo , el maíz y el arroz , el aumento de los suministros y las existencias mundiales más fuertes.
Según el informe, el Índice de Precios de los Alimentos del Banco en enero de 2014 fue del 11 por ciento menos que hace un año y el 18 por ciento por debajo del máximo histórico en agosto de 2012. Sin embargo, los precios en el último trimestre se redujó en sólo la mitad de la cantidad del trimestre anterior. Los precios del trigo en particular, se redujeron en un 15 por ciento este trimestre, revirtiendo los aumentos vistos anteriormente (sobre todo en octubre de 2013) , y el precio del maíz comercializado internacionalmente cayeron un 2 por ciento , extendiendo la caída de precios consecutiva a nueve meses.
Latinoamérica desperdicia el 15% de los alimentos que produce
De igual manera se informó que en América Latina, donde millones de niños sufren desnutrición crónica, se pierde el 15% de los alimentos que se producen cada año, o unos 80 millones de toneladas. Desde el punto de vista de la nutrición, esto significa que se desperdicia una cuarta parte de los componentes energéticos -o 450 kilocalorías- que una persona necesita diariamente para vivir.
Aunque no es consuelo, comparativamente América Latina es la región del mundo que menos comida desperdicia o pierde. En los países desarrollados, esta proporción puede alcanzar más de un tercio de la producción total de alimentos.
Las causas de este desbarajuste varían en función de los países. Los de ingreso alto, por ejemplo, desaprovechan la mayor parte de sus alimentos en la etapa del consumo. En Latinoamérica, el desperdicio se produce por igual en las etapas de producción y consumo: cada una representa el 28% del total de pérdidas, según cálculos de la FAO.
Siendo la fecha de caducidad de los productos un factor que contribuye de manera importante a estas pérdidas, especialmente en la etapa del consumo familiar. El consumidor tiende a pensar que no es seguro ingerir un alimento después de ese plazo, pese a las advertencias en contrario de los expertos. El resto de las pérdidas de alimentos en la región se lo reparten las fases de almacenamiento (22% del total), de distribución y mercadeo (16%) y de procesamiento (6%).
En México, por ejemplo, se desperdician más de 10 millones de toneladas de alimentos al año, que representan el 37% de la producción agropecuaria en el país, según el Grupo Técnico de Pérdidas y Mermas de Alimentos.
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